Al igual que el año pasado, la nieve se hizo esperar este invierno. Más de un mes de temporada había pasado y sólo dos nevadas "moderadas" significaban menos de 1 metro de nieve en la cumbre del cerro (lo que lo hacía inesquiable en su mayor parte). Pero en la noche del miércoles al jueves los cielos se abrieron y tuvimos nuestra primera nevada "de verdad". Blanco hasta la base, el Catedral nos invitaba para el fin de semana...
...sólo que no es tan fácil. Subir implica tomar un medio de elevación. Y tomar un medio de elevación significa Catedral Alta Patagonia. OK, puede ser que esta vez tengan una excusa, o casi, dado el fuerte viento que soplaba arriba (ráfagas de 100 km/h sobre 1600 m). Pero era evidente que varios de los medios/pistas estaban cerrados simplemente porque, después de 2 días de nevadas, no se habían tomado el trabajo de acondicionar las pistas asociadas (léase la telecabina Amancay). Bienvenidos al cuarto mundo de los centros de esquí.
En todo caso, allí fui para rascar lo que se pudiera. Princesa I, Princesa II, fin del recorrido (un mapa ahí). ¿Ahora? Afortunadamente las pieles salieron al rescate: 5 minutos de parada, poner las pieles en los esquíes, un poco de agua y a subir. Bueno, no tanto, más bien traversear un poco con una ligera subida y una ligera bajada siguiendo el camino que lleva a la llegada de Amancay. Y encontrarse entonces en el medio de la nada, rodeado sólo por la blancura de la nieve cubriendo laderas, piedras y árboles... :-)
En fin, después de media hora de "caminata", llegué al final de la telecabina y enfilé hacia abajo. Por Pista 6. Sin pisar. Hermosa nieve en polvo, con un poco de helada. ¿Los cuádriceps? Bien, gracias, quemados después de un par de zigzagueos pero con la satisfacción de abrir la pista... :D